Sociedad Española de Dirección y Gestión de los Laboratorios Clínicos |
X Reunión Madrid, 16-17 de marzo de 2006 Mesa redonda |
Mesa redonda: Demanda de los clínicos para la gestión de la insuficiencia renal oculta. La enfermedad renal crónica (ERC) se ha convertido en un importante problema de salud pública mundial. Los resultados de estudios preliminares sobre la prevalencia de la ERC en España señalan que aproximadamente el 11% de la población española sufre algún grado de la misma. La ERC se ha asociado a riesgo elevado de desarrollar insuficiencia renal crónica terminal, enfermedad cardiovascular y muerte. Su detección precoz es de gran importancia ya que permite instaurar medidas terapéuticas que permitan retrasar la progresión de la enfermedad. El año 2002 la National Kidney Foundation publicó una serie de guías de práctica clínica sobre evaluación, clasificación y estratificación de la ERC. Según estas guías se entiende por ERC a) la presencia de un filtrado glomerular (FG) <60 mL/min/1.73m2 durante un tiempo igual o superior a tres meses ó b) la presencia de lesión renal, con o sin descenso del FG, puesta de manifiesto por la presencia de proteinuria, albuminuria, alteraciones del sedimento urinario o alteraciones en técnicas de imagen. Habitualmente, la evaluación del FG en el laboratorio se realiza mediante: la determinación de la concentración plasmática de creatinina, como prueba de primera elección y la medida del aclaramiento de creatinina en orina de 24 h, en grupos seleccionados. Ambas pruebas presentan inconvenientes importantes que hacen que no sean buenos marcadores de función renal. La medida de la concentración de creatinina plasmática presenta una importante variabilidad biológica, que dificulta la utilización de valores de referencia poblacionales y una baja sensibilidad diagnóstica, siendo necesarios descensos importantes del FG para que se detecte un aumento de las concentraciones plasmáticas de creatinina. La medida del aclaramiento de creatinina ha sido utilizado como un intento de obviar estos problemas, sin embargo tiende a sobreestimar el verdadero valor del FG (en mayor grado a medida que disminuye el FG) y presenta los inconvenientes asociados a la recogida de orina de 24 h. La relación entre la concentración plasmática y el FG puede ser “mejorada” mediante fórmulas que tengan en cuenta las distintas variables de confusión que afectan la relación entre ambas variables. A pesar de que más de 40 fórmulas han sido publicadas hasta la fecha, las ecuaciones de Cockcroft–Gault y MDRD son las más conocidas y utilizadas. Actualmente la ecuación de MDRD simplificada de 4 variables es la más ampliamente recomendada para la estimación del FG en adultos y ha sido validada en amplios grupos de población. Sin embargo, el hecho de que se obtuviese a partir de una población de individuos con ERC y el hecho de que los distintos métodos de medida de la creatinina presenten diferente grado de inexactitud, imprecisión y susceptibilidad a interferencias deben ser tenidos en cuenta previamente a su implantación. Distintas Sociedades Científicas, convienen en señalar la necesidad de que los laboratorios clínicos acompañen la determinación de creatinina de una estimación del filtrado glomerular obtenido a través de una ecuación. La Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular, a través de la creación del Grupo de Trabajo de Función Renal y en colaboración con la Sociedad Española de Nefrología, ha elaborado unas recomendaciones sobre la utilización de las ecuaciones para la estimación del filtrado glomerular en individuos adultos identificando los requisitos y consideraciones previas a su implementación en el laboratorio clínico. |