Sociedad Española de Dirección y Gestión
de los Laboratorios Clínicos
IV Reunión Nacional
Valencia, 2-3 de marzo de 2000

PROTOCOLO DE SEGUIMIENTO DEL CÁNCER DIFERENCIADO DE TIROIDES

López Lazareno, N1.; Bittini Copano, A2.
1Servicio de Bioquímica, 2Servicio de Medicina Nuclear. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid.

El cáncer diferenciado de tiroides (CDT) supone el 80% de todas las neoplasias tiroideas, obteniéndose resultados excelentes con la combinación de cirugía y ablación de restos con radioyodo. El seguimiento de los pacientes con CDT se realiza mediante un protocolo conjunto entre el Servicio de Medicina Nuclear , donde se realizan los rastreos con 131I, y el Servicio de Bioquímica, donde se cuantifican los niveles de hormonas tiroideas, tiroglobulina (Tg) y anticuerpos anti-tiroglobulina (Atg). La Tiroglobulina sérica únicamente es valorable como marcador tumoral cuando se determina tras la cirugía con dosis ablativa de 131I y sin medicación supresora de TSH. En esta situación su medida se correlaciona con la masa tumoral y revela la presencia de recidiva incluso años después del tratamiento.

El Protocolo de seguimiento acordado por ambos servicios es el siguiente:

Los pacientes a los que se les ha realizado una tiroidectomía total y se les ha diagnosticado por anatomía patológica de cáncer diferenciado de tiroides se les administra inmediatamente después de la cirugía medicación (T4) sustitutiva y supresora de TSH. Al mismo tiempo se suprime todo aporte exógeno de yodo.

A los 2-3 meses se suprime la medicación con T4 sustituyéndola por T3 (75 m g/d ) durante 20 días. A los 12 días de suprimir la medicación con T3 se realiza un rastreo corporal total con 131I ,que suele resultar positivo, y se administra una dosis ablativa de 131I según el esquema siguiente:

  1. el primer día se realiza una extracción de sangre para cuantificar TSH, T4 libre, Tg y ATg. Se le administran al paciente 6 mCi de 131I.
  2. a las 48 horas se hace una lectura del rastreo y se interpreta conjuntamente con los resultados de TSH, T4 libre, Tg y ATG.
  3. se administra al paciente una dosis ablativa de 131I ( entre 100 y 150 mCi ).
  4. se instaura la medicación supresora con T4.

La primera revisión se realiza a los seis meses y mientras el rastreo sea positivo las siguientes revisiones se realizarán cada seis meses. Cuando el rastreo se negativiza se alarga el tiempo hasta la siguiente revisión( 1,2,3,4,5 años).

Este protocolo se altera cuando :

  1. en el seguimiento endocrino aparece una elevación de la cifra de Tg.
  2. en uno de los rastreos (131I negativo) la cifra de Tg está elevada.

    En ambos casos la estrategia a seguir con el paciente es la siguiente:

  3. realizar otros rastreos con trazadores oncotropos (MIBI-99mTc o 201Tn ).
  4. administrar una dosis terapéutica con 131I y se repite el rastreo a los 7 días post dosis. Este rastreo suele corroborar la sospecha diagnóstica.

Una de las mayores ventajas de este protocolo es minimizar el tiempo que el paciente permanece sin medicación (máximo 19 días) lo que representa un gran beneficio para estos enfermos.