Sociedad Española de Dirección y Gestión de los Laboratorios Clínicos |
V Reunión Nacional Ávila, 29-30 de marzo de 2001 |
MODELO DE ORGANIZACIÓN DE UN LABORATORIO DE BIOQUÍMICA ROBOTIZADO, CON PRIORIZACIÓN DE MUESTRAS Y TRAZABILIDAD INFORMATIZADA DE PROCESOS. Aguilera Gámiz, C; Martínez Peinado, A; Muñoz Benítez, R; Blanco Cerrada, J; Pérez Carrera, T; Hernández Tejero, M.A. Nuestro Servicio procesa diariamente 1600 muestras de rutina y 400 de urgencia; damos servicio a toda el Área Hospitalaria con atención primaria incluida; 1500 camas, consultas externas, dos CPE y atención primaria de 570.000 habitantes. Las diferentes procedencias suponen necesidades diferentes en tiempos de respuesta, y es por eso por lo que nos planteamos nuestro modelo. En primer lugar integramos al máximo la fase analítica instalando dos sistemas modulares, uno de bioquímica y otro de inmunoensayo, concentrando en estos dos sistemas el 94 % de los tests de rutina en suero. En la fase preanalítica optamos por trabajar con tubo único de suero para ello instalamos un clasificador de tubos que clasifica 800 tubos a la hora y los destapa y un alicuotador con identificación de alícuotas mediante etiquetas de código de barras que él mismo genera y pega en los tubos. Para controlar el proceso ya disponíamos de un sistema informático LMX, e instalamos un PSM para la preanalítica, la conexión entre ambos sistemas se definió como una conexión host en protocolo ASTM. El LMX se encarga de definir las prioridades de las muestras en función de su procedencia, son tres las prioridades definidas:
Dentro del hospital disponemos de una página Web que permite el acceso en tiempo real a los datos del cualquier paciente incluso antes de ser editados. Además mandamos el informe escrito para su incorporación a la historia. El PSM controla los dos robots que clasifican las muestras primarias y las alícuotas según dos criterios: destino del tubo y prioridad; informando al LMX de la hora de proceso y los destinos, también se encarga de clasificar para la seroteca los tubos primarios que pasan por segunda vez, enviando al LMX la hora de archivo y la posición. El LMX incorpora a la ficha del paciente toda la información que recibe del PSM así como los índices hemolíticos, lipémico e ictérico y todos los datos de trazabilidad de los autoanalizadores y procesos manuales. Para completar la trazabilidad del proceso hemos incorporado en la red un programa de calidad, que captura los datos del LMX y permite trabajar con objetivos de calidad y reglas de decisión en tiempo real, siendo accesible desde cualquier ordenador de la red. Un programa de gestión de existencias con control de lotes, tiempos de caducidad, pedidos automáticos y todas las funciones normales de un programa de este tipo, como control de compras, existencias, salidas, rotaciones etc. Incorporando en la ficha del paciente las incidencias que haya en procesos no automáticos, extracción, transporte, centrifugación etc. Disponemos de una trazabilidad del proceso íntegramente vinculada a nuestra base de datos de pacientes. Por otra parte disponemos de dos validaciones, una técnica y otra clínica, los criterios de agrupamiento y de revisión son independientes en una y otra, de forma que esto nos permite que un facultativo sea responsable técnico de las magnitudes que estén bajo su control pero a su vez es el responsable del aspecto clínico de los pacientes de los diferentes servicios que tiene asignados, siendo este facultativo el interlocutor con estos servicios clínicos. Con todo lo anterior el responsable del servicio dispone de un cuadro de mandos para toma de decisiones en el que se dispone de datos de actividad técnica, clínica, calidad y costes, permitiéndole la distribución de recursos, incentivos así como revisión de procedimientos que presentan problemas con los diferentes responsables. |