Sociedad Española de Dirección y Gestión de los Laboratorios Clínicos |
V Reunión Nacional Ávila, 29-30 de marzo de 2001 |
ESTUDIO DE LAS DETERMINACIONES ANALÍTICAS DE FOLATO Y VITAMINA B12 EFECTUADAS EN UN AREA SANITARIA DURANTE TRES AÑOS Parés Pollán L. Introducción y objetivos. La manifestación más común de deficiencia de folato o de cobalamina es la anemia megaloblástica. La deficiencia de estas vitaminas es también frecuente en el anciano, por lo que suelen ser solicitadas junto con otros parámetros bioquímicos en el protocolo de deterioro cognitivo. Debido al incremento que estas determinaciones han experimentado en nuestro medio se ha considerado conveniente realizar una revisión de las peticiones analíticas solicitadas para estas vitaminas en los últimos tres años. Material y Métodos. Se ha realizado un estudio retrospectivo de las determinaciones de folato y de vitamina B12 efectuadas durante los años 1998, 1999 y 2000, atendiendo al servicio peticionario de estas analíticas. En las procedentes de Atención Primaria correspondientes al año 2000 se revisaron también los siguientes parámetros analíticos: hemograma, ferritina, hierro, reticulocitos, aspartato aminotransferasa, alanina aminotransferasa y gamma-glutamiltransferasa. Se establecieron como puntos de corte inferior para folato y vitamina B12: 1.89 ng/ml y 196 pg/ml respectivamente. Resultados. Durante el año 2000 se observa un incremento del 217 % sobre el año 1998 y del 165 % sobre el año 1999. Los principales solicitadores de estas pruebas durante este mismo año fueron Centros de Salud de Atención Primaria (32.4 %), Neurología (20.4 %), Medicina Interna (12.3 %) y Geriatría (6.9%); estos porcentajes relativos mantuvieron una evolución similar durante los tres años. Sólo un 1.3 % de los folatos y un 4 % de las vitaminas B12 realizadas resultaron patológicas en Atención Primaria. En la revisión de las peticiones de Atención Primaria se observó que en el 77 % de ellas se había solicitado el análisis de estas vitaminas sin alteraciones en la cifra de hemoglobina, un 8 % de estas solicitudes presentaron anemia microcítica, el 10.8 % anemia normocítica y en el 0.4 % se apreció macrocitosis con alteración de enzimas hepáticas. Sólo en un 3.8 % de las solicitudes procedentes de Atención Primaria se observó anemia macrocítica y de ellas un 30 % presentó valores por debajo del punto de corte establecido para ambas vitaminas. Conclusiones. A la vista de los resultados obtenidos, se ha de considerar como objetivo de prioridad el establecimiento de un protocolo de anemias en Atención Primaria, no sólo para evitar el gasto considerable que representa la realización de pruebas innecesarias sino por el valor añadido que este tipo de intervenciones representa para el laboratorio. |