Sociedad Española de Dirección y Gestión
de los Laboratorios Clínicos
IV Reunión Nacional
Valencia, 2-3 de marzo de 2000

¿SE PUEDE IGNORAR LA POBLACIÓN  DE DESTINO AL DISEÑAR UN PROTOCOLO DE EXPLORACIÓN FUNCIONAL TIROIDEA?

Gozalo Palomares A., Guzmán Villalba J.M., Martínez Fernández A..
Hospital Universitario “12 de Octubre” de Madrid.

Objetivo: Varias son las recomendaciones de protocolos de exploración, con estudios adicionales de su coste y/o eficacia, siendo escasos y parciales los referentes a su efectividad. Pero, ¿se ha tenido en cuenta en estos modelos la característica de la población de destino?.

Material y Métodos: Pretendemos responder a esta interrogante, sobre un estudio retrospectivo previo en 326 pacientes, en el que valorábamos la eficacia de un perfil multiparamétrico de función tiroidea, añadiendo dos variables a considerar, por su repercusión en el manejo del paciente cuando las utilizamos como clave en la selección reflexiva de pruebas, a saber: el diagnóstico clínico y la existencia de terapia específica. Los pacientes provenían de las distintas  Unidades Clínicas a las que prestamos servicio y a los que valoramos la concentración sérica de tirotropina y hormonas tiroideas mediante un sistema AxSYMR (Abbott). En todos los pacientes se recogieron los datos sobre la existencia o no de terapia específica y el diagnóstico clínico peticionario, distinguiéndose, en este caso, cuatro tipos de pacientes: con signos clínicos (bocio), con patología autoinmune, con patología tumoral y sin signos clínicos. Se consideraron como criterios de exclusión los que estuvieran incorrectamente cumplimentados y aquellos con patología hipotálamo-hipofisaria. Para el tratamiento matemático de los datos se utilizó el análisis discriminante mediante el programa SPSS.

Resultados: Fueron excluidos del estudio 22 pacientes, 10 por información clínica deficiente, 3 por patología hipofisaria y 8 correspondientes a repeticiones de exploración.  Los resultados previos sobre la eficacia del perfil multiparamétrico, cuando se tiene en cuenta exclusivamente el grado funcional, consiguieron una correcta clasificación del 80,4 % de los pacientes, siendo superior en el caso de la disfunción que en la normofunción. Cuando consideramos el diagnóstico clínico se conseguía clasificar correctamente a un 41,4 % de los pacientes, con buenos resultados cuando el paciente no tenía signos clínicos, pero heterogéneos y discordantes en los otros grupos. Cuando se analizaron respecto a la existencia de terápia, clasificaba correctamente un 73,5 % de los pacientes, con resultados óptimos con ausencia de terapia, pero ineficaz en el caso contrario.

Conclusiones: No, no debemos ignorar la población de destino al utilizar una selección reflexiva de pruebas, ya que aunque conseguimos una alta eficacia si orientamos a los pacientes desde el punto de vista funcional, la presencia de terapia específica plantea inconvenientes al diseñar el protocolo, resultando poco eficaz la orientación del mismo por el diagnóstico clínico peticionario.