Sociedad Española de Dirección y Gestión
de los Laboratorios Clínicos
VI Reunión
Girona, 11-12 de abril de 2002
Resumen

Sistemas de gestión de muestras, ¿Sólo son archivadores?
González-Revaldería J, Miranda I, Pascual T, Berlanga ML, Miravalles E.
Unidad de Gestión Clínica de Análisis Clínicos. Hospital Universitario de Getafe. Madrid.

Introducción. En nuestro hospital se reciben diariamente 900 formularios de solicitud con pruebas sanguíneas y 380 con pruebas en orina. De estas últimas 260 corresponden a análisis elementales en orina de una micción y 120 a orinas horarias (de 8 ó 24 horas).

Material y métodos. Desde hace 4 meses se ha instalado un gestor de muestras sanguíneas y urinarias en el laboratorio (PSM, Roche). Antes de la implantación de este sistema se medía el volumen de las orinas recogidas durante un determinado periodo de tiempo, se sacaban listas de trabajo y se hacían tantas alícuotas como áreas de trabajo estuvieran implicadas. Estas áreas pueden ser: bioquímica básica, hormonas, proteínas específicas y marcadores tumorales.

Una vez realizado este trabajo cada área guardaba una alícuota de orina que eliminaba según se emitía el resultado o según se llenaba su pequeño archivo particular de muestras, de manera no coordinada con las demás áreas de conocimiento, de forma que si alguno no tenía una orina le podía resultar difícil encontrar una alícuota almacenada de la misma.

Resultados. La implantación de un gestor de tubos ha permitido que tras la lectura del código de barras de la muestra se realice una única alícuota de la misma que es trabajada en serie en las distintas áreas de conocimiento. El orden en que pasa la muestra de orina a una u otra área viene determinado por consideraciones logísticas del propio laboratorio definidas previamente. Al terminar los análisis en la última área de conocimiento la orina es enviada a una posición determinada del archivo, lo que permite una inmediata localización en caso de ser necesario. Se evita así el tener que sacar listas de trabajo y el comprobar visualmente en qué lista se encuentra cada orina de las recogidas durante un tiempo determinado en particular.

Pero el mayor beneficio se ha situado en el manejo de las muestras para la medida de la microalbuminuria (unas 125 al día) dado que permite tenerlas disponibles para el área de conocimiento correspondiente de forma rápida controlando automáticamente qué orinas no han sido remitidas (porcentaje que, en ocasiones, es elevado). Hasta ahora las orinas no remitidas precisaban de su control visual, que en ocasiones se efectuaba más de una vez para evitar el haberlas pasado por alto.

Conclusiones. La implantación de un sistema gestor de tubos no sólo facilita su archivo de forma que sea accesible al momento por cualquier integrante del laboratorio que lo necesite, sino que evita la impresión manual de listas de trabajo y la comprobación visual de las mismas. Esto constituye un ahorro de tiempo de trabajo de técnico de laboratorio de unos 30-45 minutos al día, además de la consiguiente disminución en la tasa de errores por inadecuada información sobre las muestras no recibidas.